Las Flores de la Aurora

Las Flores de la Aurora son muy idóneas para los tiempos actuales, tan cambiantes, de mucha incertidumbre y donde la integridad humana puede ponerse a prueba.

Ayudan a potenciar la lucidez y solidez sobre lo esencial de la naturaleza humana a pesar de las posibles crisis planetarias, conflictos sociales y dificultades bioenergéticas.

Ayudan a sosegarse y tranquilizarse y mejoran la claridad mental y la capacidad de resiliencia.

Útiles en manejar el miedo y en toda situación de crisis o extremada incertidumbre.

Kore, Acantholippia deserticola (variedad Akai) 

De utilidad en el reequilibrio y restablecimiento mental. Mejora la percepción de “protección y estabilidad mental” y la capacidad de aceptación de las circunstancias.

Bloquea la influencia mental de emisiones psíquicas externas.

Despierta sentimientos de “Identidad-Pertenencia”, lo que reduce los niveles de incertidumbre y ayuda a reflexionar y recapitular sobre cambios a realizar.

Mejora los estados de ánimo negativos, el exceso de preocupación y la tristeza.

Flor de Lys – Sprekelia formosissima

Ayuda al sosiego emocional, mejora la capacidad de aflorar el sentimiento genuino frente la emocionalidad condicionada o adquirida. Limita toda influencia psíquica colectiva y de otros niveles energéticos; por lo que puede ser muy útil en episodios de “contagio psicoemocional.

Desarrolla el sentido de la Compasión, de comprender más que de juzgar y la capacidad de ser ecuánime.

Se puede utilizar para armonizar lugares. Útil en el stress de personas, animales y plantas.

Estrella Iris – Echinocereus pentalophus

Equilibra el nivel emocional y mental a partir de neutralizar el psiquismo celular.

Ayuda a liberar la intuición de la verdadera vocación, favoreciendo la corrección de desvíos de aprendizaje.

Restaura las polaridades del campo electromagnético, aliviando con ello procesos de duelo, separaciones traumáticas y dolorosas y situaciones de extrema desolación.

Promueve la entereza y la fortaleza frente a la adversidad, restablece las ganas de vivir.

Mejora la capacidad energética frente a tóxicos.

Violeta Basta, Ramonda myconi

Estimula el sentido de la alegría de vivir, el anhelo y la pasión por la vida, ayuda a la desaparición del miedo. Aumenta la lucidez sobre el desgaste y el ahorro energético y como resguardar la energía vital; por lo que es útil en la mayoría de los desequilibrios.

Despierta la intuición sobre la percepción de los demás, ayuda a una mejor perspicacia y lucidez del entorno.

Amancay, Alstroemeria aurea

Ayuda a la apreciación más íntima y profunda de sí mismo, a conectar y sanar el “niño interno”, sus llantos y sus traumas. Despierta la autovaloración y la paz interna.

Estimula la recapitulación y la comprensión de la tendencia a buscar zonas de confort, la falta de sinceridad con uno mismo y el autoengaño.

Contribuye al sosiego, la tranquilidad, la resolución de traumas e invita a un viaje interno de reconocimiento de sí.

Secuoya, Sequoia sempervirens

Estimula el sentido de la perseverancia y la resiliencia. Favorece la resistencia y la fortaleza energética y física frente a desequilibrios. De ayuda en el miedo a la pérdida, al abandono o la desafección.

Libera la intuición y la lucidez para diferenciar entre “emocionalidad visceral” y sensatez.

Ayuda a la eliminación de bloqueos del campo electromagnético y estimula la corrección de alteraciones de la polaridad, como la electromagnética, la de género, la nutrición psíquica inversa, etc.